viernes, 1 de enero de 2016

3:00 A.M.

Una página en blanco... ¿inspiración o bloqueo?
Los comienzos nunca fueron mi fuerte, el conjunto de emociones y palabras se acumulan en mi boca y salen de manera atropellada y desordenada; escribiendo estos pensamientos es una forma de darles forma, darles sentido, darles vida.
Palabras...

Cuando empecé a escribir este blog nunca imaginé que mi vida cambiaría tanto de un año para otro, es más, me llegan a decir que alcanzaría el auge de mi vida, que llegaría a ser feliz: no les habría creído. Jamás me vi capaz de poder escribir una entrada que no fuese deprimente ni que me hiciese sentir este sentimiento de tristeza, pero parece que un año más tarde aquí estoy:
consiguiéndolo.

Hay que tocar fondo para realmente darse cuenta de tu situación. Al final me di cuenta de que estaba entrando en un círculo vicioso: estudios, casa, llantos, insomnio. No quería seguir así, ¡no podía seguir así! Me convencí a mí misma que necesitaba un cambio urgentemente, ¡bastaba ya de ser infelices! Merecía ser feliz, y lo hice. Los pequeños detalles que me llenaban tenían que pasar a un primer plano y olvidarme de todo aquello que me hacía sentir miserable. No está bien omitir los problemas, hay que solucionarlos, pero debes tener una enorme fuerza de voluntad y valor para enfrentarte a aquellas cosas que tanto te aterran.

Este blog es como una historia, que no se empezó de manera correcta y puede que nunca acabe. Los protagonistas se centran en 'él' y 'ella', no importa que cada entrada sea 'él' un chico diferente, o que 'él' sea yo y 'ella' otra chica; pronombres aparte, lo principal es lo que cada persona te hace sentir, a su manera, y la repercusión de sus actos en ti. 

He conocido a alguien... No, no es una ruptura, (todas suelen comenzar así), es una unión. Jamás pensé que llegaría a sentir esta sensación de libertad, esta ilusión e intensidad cuando estoy con él. Por primera vez desde hace mucho tiempo, me hace sentir viva, me hace llorar de alegría (que no de risa, aunque también) y noto el enorme hueco de mi pecho lleno de nuevo. Cruzo los dedos por no estropearlo.

Después de cuatro párrafos de cualquier entrada de este blog siempre estoy llorando, y esta vez no va a ser diferente, pero esta vez ¡tengo ganas de vivir! 

Reenganchándome de nuevo al tema que me traía (o lo intentaba) entre manos: son las 3:27 de la madrugada y comienzo a ver la escritura como una pasión que no me lleva a la depresión, como solía hacer; disfruto de cada olor, cada momento, cada sensación como si fuese mi último día en la Tierra.

Marte me espera.

2 comentarios:

  1. Sigue escribiendo lo haces genial, trasmites mucho atravesar de las palabras

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  2. Muchas gracias, significa mucho para mí. ¿Quién eres?

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