martes, 7 de abril de 2015

"Regional Exprés con destino Madrid efectuará su salida a las 19:22."

Todo era un completo caos; mis pensamientos, mi vida, toda yo era caótica.
Pero siempre había algo que se salvaba de llamarse desastre: tú, mi vida.
Y ahora,
no estás.

No sé cómo decirte lo que duele despertarse sola,
que no aguanto cocinar para uno,
que aún guardo tu camisa de la primera vez,
y sigue oliendo a ti.

Salgo a la calle,
he paseado por esta ciudad más veces de las que recuerdo,
y, aún así,
estoy perdida.

Tal vez sea por la botella de ron,
tal vez no.

Me siento en tu estación de tren preferida,
como si fueses a aparecer de un momento a otro.

Personas que van y vienen, despidiéndose, reencontrándose;
algunas con ganas de no irse jamás, otras con ganas de abandonarlo todo.
Maletas, prisas, cúmulo de emociones y carreras en las medias.

Un hombre con el periódico bajo su brazo y un sombrero de época,
una familia numerosa a punto de hacer un viaje a Disney,
una chica que lucha por no perder el tren que le llevará hasta su prometido;
cada uno su propia historia.

Y acaba de aparecer otro chico, sin maletas, sin prisas,
reconozco esa mirada,
esa media sonrisa que me vuelve loca,
sus ojos negros se clavan en mí.

'Hola' -me dice en silencio desde el otro extremo del andén;
eres tú.


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